Así se cumplió la Escritura que dice: «Le creyó Abraham a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia», y fue llamado amigo de Dios. (Santiago 2:23) ¡Ser amigo de Dios es una bendición y un privilegio! Toda la vida de Abraham cambió desde el momento en que él creyó en el Señor. Eso implicó un cambio completo en su vida: actitudes, esperanza, expectativas y planes. Él tuvo que poner en práctica su fe y su obediencia para llegar a ser un verdadero amigo del Dios eterno. La historia de Abraham nos enseña que tener al Dios soberano como amigo significa más que una mera amistad superficial. No es intentar manipular ni buscar el poder de Dios para obtener beneficios propios como hacen muchos amigos interesados. Ser amigo de Dios implica confiar en él, amarlo y obedecerlo de corazón. Mi Amigo Jesús nos concede el privilegio de ser sus amigos personales. ¡Decide responder a esa invitación maravillosa! Acércate a Dios con fe y sinceridad. Lee Hebreos 11:6. ¡Puedes confiar! Jesús es el ami
Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo. - Eclesiastés 3:1 El tiempo es uno de los bienes más preciosos que tenemos a nuestra disposición. Con él podemos hacer lo que agrada a Dios y así tener días provechosos, o podemos ser negligentes en cuanto a su voluntad y desperdiciar el tiempo que se nos concede en nuestra vida. Presta atención a lo siguiente: si es tiempo de trabajar y perdemos el tiempo distraídos con otras cosas estamos procrastinando y siendo perezosos. Pero si, por ejemplo, es tiempo de descansar o de convivencia y solo pensamos en el trabajo estamos fallando, concediéndole más valor, colocándolo en el lugar de la familia y del descanso. La Biblia nos muestra en este pasaje que todo tiene un tiempo específico. Por eso debes priorizar lo que es prioritario de verdad y asumir la responsabilidad por el buen uso de tu tiempo. No lo desperdicies con cosas de menor valor. Organízate, sé disciplinado y ten equilibrio en la gestió