Bienaventurado el hombre que no anda en compañía de malvados, ni se detiene a hablar con pecadores, ni se sienta a conversar con blasfemos. Que, por el contrario, se deleita en la ley del Señor, y día y noche medita en ella. (Salmo 1:1-2) El estilo de vida del cristiano debe tener en alta estima la Palabra del Señor. Esto se debe a que nuestro mayor gozo y satisfacción debe estar en Dios. Un paso fundamental que vemos en este salmo es la meditación constante en la Santa Biblia. La práctica de la meditación bíblica nos permite profundizar en la Palabra de Dios, entendiendo sus principios para aplicarlos en nuestra vida diaria. La meditación, combinada con la oración y el estudio de la Biblia, también nos ayuda a discernir la voluntad de Dios, encontrar guía en momentos de duda y fortalecer nuestra fe. Además, meditar en la Biblia nos conecta espiritualmente con el Señor, fortalece nuestra relación con él y nos permite vivir de acuerdo con sus enseñanzas. Es una disciplina espiritual que
ESTUDIO BASICO, razones importantes para hacerlo ¡La Biblia es el libro más maravilloso que podemos leer! Es la carta de amor de nuestro Padre celestial para cada uno de nosotros. En ella él nos revela su deseo de que cada ser humano tenga una amistad cercana con él, que lo adore y viva en comunión con él desde ya y por toda la eternidad. Son muchas las bendiciones que Dios nos quiere dar por medio de su Palabra. Para recibirlas necesitamos tener la actitud correcta al leerla, orando antes y prestando atención a la voz de Dios. La Biblia no nos deja igual porque la Palabra de Dios es viva y llega hasta los rincones más escondidos de nuestro corazón. ¡Permitamos que haga su obra en nosotros! Leámosla con el deseo de ser transformados. Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón. (Hebreos 4: